¿Por qué es tan caro el funcionamiento de mi bomba de calor geotérmica? Los expertos señalan problemas de eficiencia y dimensionamiento.
A medida que los costos de la energía aumentan a nivel mundial, los propietarios de viviendas y negocios que utilizan bombas de calor geotérmicas (GSHP) se preguntan cada vez más: ¿Por qué son tan altos mis costos operativos? Si bien las GSHP son elogiadas por su calefacción y refrigeración ecológicas, los gastos inesperados han frustrado a muchos usuarios. Los expertos del sector ahora destacan factores críticos, como el dimensionamiento inadecuado del sistema, la tecnología obsoleta y la ausencia de funciones avanzadas como la inyección de vapor mejorada (EVI) y los variadores de CC.
El dilema del tamaño: Demasiado grande o demasiado pequeño
Un problema recurrente es la capacidad incorrecta del sistema. Las bombas de calor geotérmicas vienen con diferentes potencias (50 kW, 60 kW, 70 kW, 80 kW y 90 kW), pero seleccionar el tamaño incorrecto puede resultar en ineficiencia. Una unidad de tamaño insuficiente (p. ej., 50 kW para un gran edificio comercial) se esfuerza por satisfacer la demanda, mientras que un sistema de gran tamaño (p. ej., 90 kW para una propiedad pequeña) presenta ciclos cortos, desperdiciando energía.
“Una unidad de 70 kW u 80 kW podría ser ideal para edificios medianos, pero los instaladores suelen optar por valores extremos”, afirma Mark Turner, ingeniero de climatización. “Los cálculos de carga adecuados son innegociables”.
El caso de la tecnología moderna: Inversores EVI y DC
Los modelos GSHP más antiguos carecen de avances como la tecnología EVI y los compresores DC Inverter, que aumentan significativamente la eficiencia, especialmente en climas extremos. Las bombas de calor mejoradas con EVI, como los modelos EVI de 100 kW, mejoran el rendimiento de la calefacción en temperaturas bajo cero al optimizar los ciclos de refrigerante. Por otro lado, las unidades DC Inverter ajustan dinámicamente la velocidad del compresor, reduciendo el consumo de energía hasta en un 30 % en comparación con los sistemas de velocidad fija.
“Los usuarios que se aferran a sistemas obsoletos de 60 kW o 90 kW sin inversor están, en esencia, perdiendo dinero”, afirma la Dra. Emily Chen, investigadora en energías renovables. “Actualizar a una bomba de calor EVI de velocidad variable de 100 kW puede reducir drásticamente los costos anuales”.
Costos ocultos: mantenimiento y fallas de diseño
Una instalación deficiente y un mantenimiento descuidado también contribuyen a facturas elevadas. Los circuitos de tierra con fugas o un intercambio térmico inadecuado obligan a las bombas a trabajar más. Además, los sistemas sin termostatos inteligentes ni controles de zonificación desperdician energía calentando o enfriando espacios no utilizados.
La solución: auditoría y actualización
Los expertos instan a los usuarios a:
1. Realice una evaluación de carga para determinar si su unidad de 50KW, 80KW u otra unidad existente tiene el tamaño correcto.
2. Modernice los sistemas más antiguos con variadores de frecuencia de CC o reemplácelos con modelos de alta eficiencia, como bombas de calor EVI de 70 kW o 100 kW.
3.Integre controles inteligentes para la gestión de energía en tiempo real.
4. En un estudio de caso reciente realizado en Ontario, un hotel redujo sus costos operativos de GSHP en un 40 % después de cambiar una unidad de velocidad fija de 90 KW por un sistema inversor de CC EVI de 100 KW.
El resultado final
Si bien las bombas de calor geotérmicas prometen sostenibilidad, su rentabilidad depende de un dimensionamiento adecuado, tecnología de vanguardia y un mantenimiento proactivo. Para quienes tienen dificultades económicas, la solución podría residir en actualizar a sistemas adaptables y eficientes, antes de que llegue la demanda máxima del invierno.